martes, 29 de marzo de 2016

El cuidado de su higiene

           Los niños deben sentir la necesidad y el deseo  de estar limpios. En los momentos en que realizamos las tareas de higiene para ellos podemos transmitirles nuestros mejores deseos, son momentos en que ellos notan nuestra atención y en la que les transmitimos nuestros sentimientos. Cuando cambiamos un pañal no debemos hacerlo de manera mecánica, nuestros gestos, nuestras expresiones son importantes para ellos ya que nos permiten comunicarnos con ellos y expresarles nuestro afecto. El niño aprenderá nuestros afectos si se los vamos transmitiendo en multitud de situaciones que surgen a lo largo del día.

          La higiene implica la limpieza de todo el cuerpo, especialmente las manos, cara y genitales, por ser las zonas más expuestas a infecciones. Debemos tener en cuenta que desde pequeños tenemos que transmitirles la necesidad de estar limpios para sentirse alegres y cómodos, poco a poco hay que ir creándoles el hábitos de limpiarse, de realizar estas actividades (limpiarse las manos, cara, nariz, dientes, etc.). En la medida en que les vayamos implicando se irá desarrollando su autonomía.

        En el desarrollo de su autonomía es necesario darles oportunidades para que vayan haciendo cosas como secarse las manos, limpiarse la nariz y luego dejar los materiales utilizados en su lugar correspondiente, no debemos olvidar que el momento del aseo no es un momento de juego.