En estas edades los niños están
continuamente moviéndose por ello necesitan estar bien alimentados. Su dieta
debe ser equilibrada y por tanto debe llevar carne, pescado, frutas y
vegetales. Se deben evitar el consumo excesivo de dulces, bollería y
chucherías.
Tienen
que realizar cuatro comidas: desayuno, comida, merienda y cena, consumiendo
fruta en tres de ellas. Hay que tener en cuenta que si no se realiza una dieta
adecuada pueden tener problemas para dormir, estreñimientos, dolores intestinales,
gases, diarreas, etc.
El
momento de la comida debe ser cálido, debe implicar interrelación y
comunicación y ser un momento de sentirse atendido y querido. Poco a poco
debemos hacerles partícipes de su alimentación, debemos fomentar la autonomía.
Hay que ir enseñando el uso de servilletas, tenedores, cucharas, vasos e ir
teniendo claro que hay un momento y un lugar para comer. Hay que ir dando
oportunidades para que coman solos, ya sabemos lo que pasa….pero… se aprende
haciendo. Cuando vayan aprendiendo a comer solos debemos estar presentes
mientras lo hacen para ayudarles y enseñarles a realizar las tareas
correctamente.
Nuestra
ayuda va a depender del grado de madurez del niño y del tipo de comida que esté
comiendo en cada momento.