El control de esfínteres es una
de las primeras exigencias a las que debe enfrentarse el niño para estar
socialmente integrado y aceptado, hemos de procurar que cuando el niño se
incorpore a la escuela de 3 años sepa ya controlarlos. Para ello tiene que
estar maduro y nosotros ir buscando el momento adecuado. Aproximadamente es
hacia los dos años cuando los niños están preparados para dar este salto, es
verdad que todos no maduran al mismo momento y que hay algunas diferencias
entre los niños y las niñas. Para
realizar el control de esfínteres deben darse estos requisitos:
- Adecuada madurez física.
- Adecuada madurez psíquica.
- Adecuada madurez afectiva, social y emocional.
- Una predisposición clara de llevar a cabo el proceso de la escuela infantil y de los padres y asumir todo lo que conlleva este proceso.
En
líneas generales primero controlan la caca y luego el pis y antes la orina
diurna que la nocturna. En el proceso de control de
esfínteres podemos distinguir tres etapas:
- El niño es capaz de decirnos que se ha hecho caca o pipí en los pañales.En este momento debemos felicitarle por saber comunicárnoslo y cambiarle. Le iremos enseñando que su pañal va a la basura y que va a estar otra vez limpio.
- El niño es capaz de transmitir los momentos previos a hacerse caca o pis, pero todavía no es capaz de contenerse. Nuestra reacción no debe ser la carrera porque no se haga sus necesidades en el pañal, hay que dejarle solo y luego cambiarle y animarle a que avise la próxima vez.
- En esta fase el niño es capaz de retener y decidir cuando hace caca o pipí. Nuestra actuación será de llevarle al WC, al orinal y que se siente. Después hacerle ver lo bien que lo ha hecho y que es capaz de conseguirlo. Mientras utiliza el orinal no estará viendo la televisión o jugando con algún videojuego o teléfono. Si alguna vez se le escapa el pipí no debemos crear una situación dramática.
En
cualquier caso no debemos ridiculizar al niño delante de otros y siempre
elogiaremos sus progresos.
El
momento idóneo para empezar este progreso lo decidiremos entre padres y
educadores; lo llevaremos a cabo de manera coordinada y tendremos que ser
constantes en las decisiones tomadas.