martes, 29 de marzo de 2016

Introducción a la lengua extranjera

La vamos a ir introduciendo para que los niños se familiaricen  con ella, se acostumbren a escuchar otro idioma, para que tomen una actitud positiva hacia una lengua nueva y tengan la curiosidad por aprender y escuchar.

         El enfoque metodológico que le damos va orientado es facilitar la comunicación con los demás, procurando que se den al mismo tiempo la comprensión y expresión verbal.  Para ello vamos a utilizar diferentes recursos didácticos y metodológicos como son películas, juegos, vídeos…

        El material de la Editorial Algaida que utilizamos durante todo el curso lleva unas propuestas de vocabulario en inglés en todas las unidades didácticas. Va también acompañado de la repetición y el apoyo visual y auditivo para afianzar los aprendizajes. Todas las actividades que proponemos llevan un componente lúdico para que los niños aprendan jugando el idioma.

       No tenemos que olvidar que los niños, salvo que los padres sean bilingües, están aprendiendo a hablar en su propio idioma, todavía no saben pronunciar algunos de los fonemas del castellano y eso se va consiguiendo según su madurez fonológica. Hoy en día se habla de bilingüismo sin saber claramente lo que ello significa. Una persona, un colegio son bilingües si todas las personas que allí se comunican saben los dos idiomas y son capaces de expresarse y entenderse en cualquiera de los dos idiomas. Si esto no es así no se debería llamar bilingüe.

        Los contenidos que vamos a ir desarrollando son los que siguen: saludos de entrada y despedida, colores, números, elementos del cuerpo, normas de cortesía para solicitar y agradecer, animales, alimentos básicos, acciones que conlleven rutinas (comer, beber, lavarse, levantarse, abrir, cerrar, dormir…)

La televisión, videojuegos...

       En torno a los dos años a los niños les gusta mucho la televisión por la gran cantidad de movimientos, colores y música que suelen tener muchos programas. Es un momento delicado porque ellos imitan conductas, palabras, gestos, movimientos que ven y luego pueden reproducirlos en cualquier situación, por ello debemos controlar las cosas que ven y la cantidad de tiempo que emplean viendo la televisión.

       La televisión y otras tecnologías también son un medio de aprendizaje importante porque estimulan la percepción auditiva y visual, la expresión y comprensión verbal y la atención. También enriquecen su vocabulario, fomentan su curiosidad y amplían su pequeño mundo a diversos lugares que no tienen acceso a visitar.

             Los padres tenemos que dar ejemplo en su uso, pues si a ellos les pedimos un tiempo limitado nosotros debemos practicar con el ejemplo. La televisión y otros medios no son solo para ver, debemos establecer conversaciones con los niños sobre las cosas que se están viendo.

             Los niños son muy influenciables por los medios de comunicación ya que se les presentan las cosas de manera muy atractiva. Pueden ver conductas violentas, malos hábitos alimenticios, conductas no deseables, etc. Un uso no adecuado puede disminuir la comunicación entre los miembros de la familia, llevar al cansancio y la fatiga, a disputas entre los niños, agresividad, insomnio, consumismo, inactividad y aislamiento.

           Desde pequeños tenemos que hacerles ver y sentir que pasear en el parque, jugar, leer e ir de excursión y ver lugares y cosas son maneras placenteras de sentirse bien.

           Lo mismo ocurre con los juegos educativos del ordenador, los cuales son muy buenos para fomentar la atención, concentración, razonamiento, aumentar el vocabulario y desarrollar las capacidades perceptivas. Ahora bien un uso inadecuado nos puede llevar a comportamientos de ansiedad, inactividad, agresividad e insomnio.

       Debemos alternar todas estas tecnologías con los juegos tradicionales que estimulen su creatividad y fomentar la relación entre los miembros de la familia o con otros niños. Estos juegos nos ayudan a conocernos mejor, a compartir cosas  y a integrarnos en la sociedad.

El vestido

           El tipo de vestido que deben llevar en cada momento dependerá de la temperatura que haga y de la actividad que vayan a realizar.

           El uso de las prendas de vestir es algo complicado porque implica tener dominio de una serie de destrezas motrices y cierto dominio del esquema corporal. Por ello el vestirse y desvestirse se debe realizar en casa y en el colegio siguiendo unas pautas para que el niño pueda participar. Siempre comenzaremos a enseñarle con las prendas que más fáciles resulten a la hora de vestirse.

           Importante es que vayan siendo autónomos en el tema de la vestimenta pero muy importante es que tomen los hábitos adecuados en la recoger y guardar la ropa.

          Al igual que en la escuela tenemos unos lugares para su abrigo y bufanda en casa se deben tener unos lugares concretos donde dejen su ropa. Si les enseñamos a ser organizados ellos aprenderán.

Alimentación

     En estas edades los niños están continuamente moviéndose por ello necesitan estar bien alimentados. Su dieta debe ser equilibrada y por tanto debe llevar carne, pescado, frutas y vegetales. Se deben evitar el consumo excesivo de dulces, bollería y chucherías.

         Tienen que realizar cuatro comidas: desayuno, comida, merienda y cena, consumiendo fruta en tres de ellas. Hay que tener en cuenta que si no se realiza una dieta adecuada pueden tener problemas para dormir, estreñimientos, dolores intestinales, gases, diarreas, etc.

          El momento de la comida debe ser cálido, debe implicar interrelación y comunicación y ser un momento de sentirse atendido y querido. Poco a poco debemos hacerles partícipes de su alimentación, debemos fomentar la autonomía. Hay que ir enseñando el uso de servilletas, tenedores, cucharas, vasos e ir teniendo claro que hay un momento y un lugar para comer. Hay que ir dando oportunidades para que coman solos, ya sabemos lo que pasa….pero… se aprende haciendo. Cuando vayan aprendiendo a comer solos debemos estar presentes mientras lo hacen para ayudarles y enseñarles a realizar las tareas correctamente.

       Nuestra ayuda va a depender del grado de madurez del niño y del tipo de comida que esté comiendo en cada momento.

El control de esfínteres

        El control de esfínteres es una de las primeras exigencias a las que debe enfrentarse el niño para estar socialmente integrado y aceptado, hemos de procurar que cuando el niño se incorpore a la escuela de 3 años sepa ya controlarlos. Para ello tiene que estar maduro y nosotros ir buscando el momento adecuado. Aproximadamente es hacia los dos años cuando los niños están preparados para dar este salto, es verdad que todos no maduran al mismo momento y que hay algunas diferencias entre los niños y las niñas. Para realizar el control de esfínteres deben darse estos requisitos:
  • Adecuada madurez física.
  • Adecuada madurez psíquica.
  • Adecuada madurez afectiva, social y emocional.
  • Una predisposición clara de llevar a cabo el proceso de la escuela infantil y de los padres y asumir todo lo que conlleva este proceso.
     En líneas generales primero controlan la caca y luego el pis y antes la orina diurna que la nocturna. En el proceso de control de esfínteres podemos distinguir tres etapas:
  1. El niño es capaz de decirnos que se ha hecho caca o pipí en los pañales.En este momento debemos felicitarle por saber comunicárnoslo y cambiarle. Le iremos enseñando que su pañal va a la basura y que va a estar otra vez limpio.
  2. El niño es capaz de transmitir los momentos previos a  hacerse caca o pis, pero todavía no es capaz de contenerse. Nuestra reacción no debe ser la carrera porque no se haga sus necesidades en el pañal, hay que dejarle solo y luego cambiarle y animarle a que avise la próxima vez.
  3. En esta fase el niño es capaz de retener y decidir cuando hace caca o pipí. Nuestra actuación será de llevarle al WC, al orinal y que se siente. Después hacerle ver lo bien que lo ha hecho y que es capaz de conseguirlo. Mientras utiliza el orinal no estará viendo la televisión o jugando con algún videojuego o teléfono. Si alguna vez se le escapa el pipí no debemos crear una situación dramática.
      En cualquier caso no debemos ridiculizar al niño delante de otros y siempre elogiaremos sus progresos.

      El momento idóneo para empezar este progreso lo decidiremos entre padres y educadores; lo llevaremos a cabo de manera coordinada y tendremos que ser constantes en las decisiones tomadas.

El cuidado de su higiene

           Los niños deben sentir la necesidad y el deseo  de estar limpios. En los momentos en que realizamos las tareas de higiene para ellos podemos transmitirles nuestros mejores deseos, son momentos en que ellos notan nuestra atención y en la que les transmitimos nuestros sentimientos. Cuando cambiamos un pañal no debemos hacerlo de manera mecánica, nuestros gestos, nuestras expresiones son importantes para ellos ya que nos permiten comunicarnos con ellos y expresarles nuestro afecto. El niño aprenderá nuestros afectos si se los vamos transmitiendo en multitud de situaciones que surgen a lo largo del día.

          La higiene implica la limpieza de todo el cuerpo, especialmente las manos, cara y genitales, por ser las zonas más expuestas a infecciones. Debemos tener en cuenta que desde pequeños tenemos que transmitirles la necesidad de estar limpios para sentirse alegres y cómodos, poco a poco hay que ir creándoles el hábitos de limpiarse, de realizar estas actividades (limpiarse las manos, cara, nariz, dientes, etc.). En la medida en que les vayamos implicando se irá desarrollando su autonomía.

        En el desarrollo de su autonomía es necesario darles oportunidades para que vayan haciendo cosas como secarse las manos, limpiarse la nariz y luego dejar los materiales utilizados en su lugar correspondiente, no debemos olvidar que el momento del aseo no es un momento de juego.

Las rutinas y el sueño

     En esta etapa de 0 a 3 años hay una serie de aspectos que debemos tratar de forma más sistemática, por ello vamos a desarrollar algunos aspectos de cada uno de ellos.

     1. Las rutinas
     Éstas van a permitir desarrollar el sentido de la confianza y de la seguridad con respecto al mundo que les rodea. Van a estar relacionadas con la comida, el sueño, la higiene, la alimentación….constituyen un recurso educativo importantísimo porque contribuyen a ofrecer a los niños un marco estable y seguro, a la vez que responden a sus necesidades más  básicas.
En nuestra labor educativa diaria las tenemos bien definidas pero es necesario que en casa establezcáis las vuestras para las diferentes situaciones que se van dando.

     2. El sueño
     Si queremos que el niño adquiera hábitos de sueño es imprescindible mantener unos horarios destinados a descansar. Debe comprender que de noche se duerme y de que de día se está despierto, aunque hay momentos de descanso (siesta). A modo de orientación diremos que a los dos años deben dormir unas 13 horas aproximadamente, incluida la siesta. A lo largo del día los niños están en intensa actividad por eso es conveniente que descansen y para ello se echarán la siesta entorno al mediodía.
            Para que el sueño de la noche le sea confortable debemos crear una serie de condiciones como:
            - Crear un clima relajado antes de la hora de dormir.
            - No pretender acostarle si está agitado o nervioso a la hora de dormir.
            - El baño relaja a los niños.
            - No debe de llevar el horario de acostarse al igual que los adultos.
            - Conversar un poco con él, contarle un cuento…
            - Acostumbrarle a despedirse de los demás miembros de la familia.
            - Es un buen momento para acariciarle, darle un abrazo y darle nuestro afecto.

     Controlar que antes de dormir esté limpio, esto ayudará a que no se despierte. Ir acostumbrándole a dormir solo y que se sienta seguro, a veces con un muñeco o con una sabanita se sienten cómodos.

   El buen descanso es muy importante, de ello pueden depender problemas de aprendizaje, inseguridad, irritabilidad, nerviosismo,problemas de conducta y de sociabilidad, etc.

Importancia de la educación infantil en el periodo de 0 a 3 años

Durante este periodo de tiempo vuestro hijo va a ir experimentando una  serie de cambios físicos, emocionales y psíquicos.  De la dependencia casi del adulto se va a ir convirtiendo en una persona cada vez más autónoma. Nuestra labor educativa en este periodo se va a dirigir a estimular a los niños/as  para que puedan ser cada vez más autónomos en su vida cotidiana. En este caminar es necesario que se sientan queridos, que se respeten sus ritmos, sus emociones y sus sentimientos. En definitiva, entre padres y educadores tenemos que facilitar su desenvolvimiento y hacerle sentir que estamos para ayudarle.

En lo que respecta a los contenidos educativos de esta etapa los orientamos al desarrollo integral y armónico de su personalidad por medio de actividades globalizadas que tengan interés y significado para ellos. Todas las situaciones rutinarias de su casa y de la escuela infantil son el eje de las actividades que realizamos con ellos.

Nuestra intervención educativa pretende que los niños desarrollen todas sus capacidades que les permitan conocer su cuerpo y el de los demás, que les permitan conocer las cosas que les rodean y construir una imagen positiva de sí mismo, aprendiendo a respetar las diferencias.
Nuestra acción educativa va a ir encaminada a que vayan siendo más autónomos en sus actividades diarias (comida, aseo, descanso…), es decir van a ir conociendo el mundo que les rodea (objetos, personas, animales..) y poco a poco irán aprendiendo a desenvolverse ellos mismos.
En esta etapa dan los primeros pasos para aprender a relacionarse con los otros y ello conlleva el aprender las  primeras normas de convivencia. Aunque tendrán los primeros conflictos con los demás al relacionarse, es el momento donde debemos educar en la resolución pacífica de los conflictos personales.

En este conocimiento del mundo que les rodea y de los demás juega un papel importantísimo el desarrollo del lenguaje. A través del lenguaje el niño manifiesta sus emociones, sus sentimientos y su percepción de la realidad. El lenguaje es un instrumento de intercambio con los otros. Nuestra intención educativa es el desarrollo del lenguaje oral, artístico, corporal, audiovisual y el de las tecnologías de la educación con la finalidad de que los niños se puedan sentir parte de lo que les rodea.

Por todas estas razones debemos trabajar padres y educadoras en una misma dirección: la educación de vuestros hijos/as. Esta colaboración nos va a permitir unificar criterios y pautas de actuación en el proceso de aprendizaje de vuestros hijos.


Este propósito de trabajar coordinados se va a reflejar en la entrevista inicial que realizamos para conocer a vuestros hijos, en las informaciones que os enviamos sobre los trabajos de ellos en la Escuela Infantil, en la comunicación diaria verbal, en la agenda diaria, el libro viajero, las fichas para hacer en casa,  informaciones de fin de curso y entrevistas que se consideren necesarias.