jueves, 13 de abril de 2017

Los juguetes

Desde muy antiguo ya se hacían juguetes para los niños, de este modo los sonajeros existen desde hace 3000 años a.C. Los niños griegos jugaban al tejo, muñecas, truque, yo-yo, peonzas, columpio, etc.

            Los juguetes son instrumentos que permiten entretenerse, aprender, pensar y desarrollar habilidades motrices y verbales a las personas. Tenemos que elegir los juguetes más adecuados a la edad del niño y que favorezcan su desarrollo personal, motriz, intelectual y emocional. Para ello nos debemos fijar en lo que más le gusta jugar a nuestro hijo.

            Los “mejores” juguetes son aquellos que favorecen la imaginación, la creatividad, la posibilidad de que jueguen varios a la vez, y los que les resulten más divertidos. Esto no tiene nada que ver con que sean caros o baratos. Estamos hartos de ver cuando llega el día de Reyes, en el cual suelen recibir multitud de juguetes por parte de toda la familia, como los niños después de desenvolver todos los regalos se ponen a jugar con la caja. La desilusión se la llevan los adultos, sobre todo si el juguete comprado es el más caro o el que más veces sale en la televisión.

            Los juguetes tienen que ser variados para que pueda poner en juego todas sus habilidades.

Características que deben tener los juguetes:

            - Deben ser seguros y estar homologados.
            - Estimular el juego y facilitar el divertimento y el placer
            - Fomentar el desarrollo de habilidades y destrezas básicas
            - Estimular el pensamiento y la resolución de problemas
            - Favorecer el desarrollo de la imaginación y la creatividad
            - Favorecer la participación de los otros.
            - Deben ser simples y atractivos adaptándose a la edad y preferencias  del niño.

Tipos de juguetes según la edad:

1.- De o a 6 meses: objetos blandos, sonoros, luminosos, móviles, con formas redondeadas, anillas, etc.
2.- De 6 a 12 meses: cubos, pelotas, cajas con sonidos, objetos de madera, animales en diversos materiales….
3.- De 12 a 18 meses: objetos para arrastrar, empujar, apilar, juguetes con ruedas, juguetes que puedan llenarse de agua o de arena, y todos los que sean manipulables.
4.- De 18 a 24 meses: todo tipo de juguetes  o materiales que le sirvan para trepar, subir, deslizarse. Objetos para apilar, lanzar, cuerdas, muñecos, pelotas. También juegan mucho con la arena y el agua.
5.- En torno a los dos años: coches, camiones, trenes. Material de dibujo y pintura, arcilla, libros con imágenes, instrumentos musicales, teléfonos, etc.
6.- A los tres años: a los anteriores habría que añadir aros, triciclo, patinete, comba, columpios, toboganes. Los juegos de imitación son importantísimos en este momento (casas de muñecas, tiendas, disfraces, marionetas)

¿Qué hacer en las casas con tantos juguetes?

- Tenemos que buscar un lugar en la casa donde tenerlos y donde deben estar recogidos. Esto evitará enfados con el niño y discusiones con la pareja.
- Habrá juguetes que se puedan llevar por toda la casa en momentos determinados pero deben volver a su sitio después de jugar.
- Al niño se le deben ofrecer juguetes determinados, si se ponen a su disposición en un momento una gran cantidad, posiblemente jugará un poco, los esparcirá y se irá sin apenas jugar. La cantidad  no estimula al niño a jugar.
- Con pocos juguetes y adecuados, el niño juega más y mejor.
- Es importante enseñarle a cuidar sus juguetes y a recogerlos.
- Tenemos que ofrecerle la posibilidad de elegir.
- Nos pondremos a jugar con él cuando sea el momento.
         - Un buen juguete es el que permite al niño jugar a muchos juegos diferentes y por tanto desarrolla varios aspectos de sus capacidades.
- Los niños pueden jugar con cualquier cosa. Un juguete es cualquier objeto o material que el niño utiliza en sus juegos. Cualquier objeto le puede servir para realizar infinidad de juegos de acuerdo a sus necesidades y etapa de desarrollo.
- Los padres y educadores debemos observar el juego de los niños porque así vamos viendo la evolución de ellos y podremos ofrecerle nuevas posibilidades.
- Es importante establecer unas normas para el juego y el uso de los juguetes y que el niño las hay entendido porque habrá que respetarlas.

¡ÁNIMO, A JUGAR Y A RECOGER!







El juego

¿Cómo se descubre tu hijo a sí mismo, primero, y el mundo después? ¡Jugando! Como un atleta, ejercita el cuerpo mientras juega, y también desarrolla su cerebro, afina su inteligencia… Jugando, forja su personalidad. Jugando, aprende, y paso a paso, inaugura su vida social…El poder del juego es, sin duda, formidable. (Regina Robertson)

            Los niños recién nacidos no saben jugar pero poco a poco la madre/el padre inician esos jugueteos y caricias que dan pie a desarrollar sus movimientos y a desarrollar sus capacidades físicas y afectivas. Muchos animales inician su relación con sus cachorros jugando (león, perro, etc) despertando en ellos los deseos de comunicarse, moverse y relacionarse jugando. Nuestros hijos también aprenden jugando, esas primeras caricias, cosquillas, gestos son los primeros estímulos que les damos para que se muevan y se relacionen.

            Los niños, desde pequeños, por medio del juego desarrollan su percepción, se descubran a sí mismos, las partes de su cuerpo y se van dando cuenta de sus límites. En este descubrimiento el niño pone todos sus sentidos como medio de captar información de lo que le rodea. Los primeros juegos son los primeros ensayos de control sobre sí mismo, aprender a usar su cuerpo, a coordinar sus movimientos, a controlar el equilibrio y a moverse por este mundo. El lenguaje se basa también en el movimiento y el control motriz fino y grueso le proporcionará el desarrollo del cerebro.

            No debemos olvidar que jugando aprendemos las cosas que nos gustan y las que nos desagradan y esto lleva a los niños a aprender a tomar decisiones en lo van a hacer en cada momento. El juego influye en la creatividad y en el desarrollo verbal. Jugando aprende a relacionarse, a dar y recibir, a ganar y perder y a respetar poco a poco las reglas de comportamiento sociales.

            Cuando el niño juega abre el apetito, desarrolla la capacidad de concentrarse, está alegre, disminuyen los nervios y duerme mejor.

Etapas del juego

            -Hasta los dos años el niño no juega con otros, lo hace con los padres o con él mismo.
        -En torno al primer año empieza a imitar lo que hacen los demás. Es muy importante darle buenos modelos porque nos imita a los adultos (habla por teléfono, da de comer a los muñecos, reprende a los muñecos, ”fuman” con un palo,  conduce usando una silla u otro objeto, etc). “Ojo”, reprenderles es fácil. Lo que debemos hacer es predicar con el ejemplo.
            -Alrededor de los dos años empezará a interesarse por lo que hacen otros niños, empieza a descubrir al otro. Al principio no le hace gracia compartir sus cosas con otros niños. Pero las personas somos seres sociales y pronto empiezan a lanzar objetos a los que tiene alrededor, a imitar al de al lado, a esperar turnos, a jugar en el mismo columpio o tobogán.
        -Cuando llegan a los tres años, aproximadamente, empiezan a cooperar, a repartirse papeles para realizar un juego simbólico. Unos quieren ser los médicos, las enfermeras, el papá, otras la mamá, etc.
            -Poco a poco van llegando los juegos con reglas, y por tanto los acuerdos y los diálogos.

Aspectos que debemos tener claros los adultos:

1.-Debemos jugar con nuestros hijos todo lo que podamos, adaptándonos a su edad, a sus posibilidades, realizándolo con paciencia y amor.
2.-Facilitarles sólo los juguetes propios de su edad y los medios para que jueguen.
3.-Si es posible, tendrán un espacio para jugar en la casa.
4.- Deben saber que el juego también tiene un final.
3.-Ir facilitándole nuevos juguetes y espacios según vaya creciendo en todos los aspectos.
4.-La sobreestimulación no es aconsejable, cada cosa a su tiempo y a su desarrollo.
5.-No debemos olvidar que el momento de la comida no es el momento del juego.
6.-Tenemos que cuidar el tiempo que le dejamos estar con la televisión, play station u otros juguetes tecnológicos.
7.-Los juguetes que le facilitemos tienen que ser adecuados a su edad y en la cantidad adecuada. Por más juguetes no juegan más ni aprenden más.


¡UN NIÑO SANO ES UN NIÑO QUE JUEGA!

Chupete, ¿sí o no?

Hace unos cien años que en Estados Unidos surgió una corriente pediátrica de carácter conservador, la cual  recomendaba la retirada del chupete porque se malcriaba a los niños. Tampoco debía dejarse que los niños succionaran su dedo.

            En los tiempos actuales se piensa que la succión del pulgar es un buen indicio del desarrollo madurativo del bebé. La antropóloga Margaret Mead observó que los niños de las tribus donde las madres les daban de mamar cuando los niños se lo pedían se chupaban menos el dedo que los niños occidentales, los cuales mamaban según un horario establecido por sus madres.

            La succión proporciona a los niños placer y los tranquiliza, además de fortalecer los músculos de la masticación. Por ello se recomienda que aunque se vaya introduciendo a partir del sexto mes la alimentación con cuchara, es conveniente que los niños sigan tomando leche del pecho materno o con el biberón. Si no se le permite chuparse el dedo, los niños usan su oso de peluche, la punta de una sábana u otro objeto. Cuando pasan los dos años de edad va declinando espontáneamente la succión.

            En cuanto al uso del chupete, hay pediatras que no son partidarios y otros que sí.

Las personas que no son partidarias dicen que es sucio, antihigiénico, poco estético, crea malos hábitos, produce deformaciones en el paladar, otitis, etc.

            Si el chupete se cae y se ensucia, lo correcto es lavarlo y esterilizarlo. Se puede llevar alguno de repuesto y en ningún caso chuparlo el padre o la madre y luego ponérselo a su hijo.

            Los niños, en su desarrollo normal, irán dejando el deseo de chupar de forma espontánea. Si se llega a los cuatro años y persiste la succión del pulgar habrá que ir solucionando el tema ya que puede influir en la dentición y en el desarrollo del lenguaje oral.
¿Cuándo y cómo dejar el chupete?
            El uso del chupete ayuda a calmarse, a conciliar el sueño y la siesta, reduce el estrés y el dolor.
No hay una regla general ya que hay niños que lo dejan muy temprano y otros lo necesitan durante mucho más tiempo. En cualquier caso, pasados los dos años parece ser que es la hora de ir dejando el chupete.
-Hay que ir retirándolo poco a poco, porque en un momento necesario podemos necesitarlo.
-No hay que reemplazarlo por un biberón o algo azucarado.
-Primero ir retirándolo por el día, luego poco a poco por la noche y por la siesta.
-No hay que asustarle de que se lo ha llevado una bruja o similar. Para mejorar su autoestima podemos indicarle que otro niño más pequeño puede necesitarlo o que se ha olvidado en casa del familiar donde estuvieron.

En la revista “Ser Padres” hay un artículo titulado ¿Hay una edad límite para dejar el chupete?, realizado por Iván Moreno, que os puede servir de orientación. Este artículo lo podéis encontrar en internet.

viernes, 30 de diciembre de 2016

Llegó la Navidad

Hace un poco tiempo comenzamos un nuevo curso y pasan los días, los niños van creciendo y nosotros aprendiendo de ellos, educándoles y poco a poco sin darnos a penas cuenta llegó la Navidad...

            Como todos los cursos realizamos actividades que nos unan a familiares, padres,  niños y educadores. Son días de compartir, de estar más unidos, de ayudar a los demás y de recordar a los que estaban con nosotros, en definitiva de formar una gran familia en este Centro.
            Con vuestra ayuda hicimos la fiesta en la que todos pusimos un poquito y que resultó ser un mucho para vuestros hijos y para todos los que participamos en su educación.


            Desde la Escuela Infantil Walt Disney os deseamos una FELIZ NAVIDAD  y un próximo 2017 lleno de paz y alegría junto a vuestras familias.


sábado, 17 de septiembre de 2016

COMENZAMOS UN NUEVO CURSO (2016-17)

         Pasó el verano y de nuevo estamos con vosotros y vuestros hijos e hijas. Empiezan las angustias del comienzo ante las numerosas preguntas que os surgen ¿Cómo serán las maestras?, ¿Se adaptará bien nuestro hijo?, ¿Le cuidarán bien?, ¿Llorará mucho?, ¿Comerá bien?, …tantas y tantas preguntas que os haréis al dejar vuestros hijos/as en nuestros brazos.

          Nosotras sabemos que cada familia nos deja lo más preciado que tiene en su casa y por lo tanto, año tras año, abrimos la escuela y nuestra ilusión a vuestros hijos. Siempre estamos abiertos a todas las iniciativas que nos planteáis, a todas vuestras preguntas e inquietudes, y nos debéis hacer y plantear todas aquellas dudas que os surjan porque de la comunicación con vosotros haremos que la educación de vuestros hijos sea la que vosotros esperáis.

         Ya son treinta y tres cursos los que estamos educando a los niños de Ciudad Real, han pasado por este Centro miles de niños y niñas, algunos de los cuales nos traen a sus hijos y recuerdan aquellos años. ¡Qué rápido pasa el tiempo! ¡Qué ilusión y alegría nos hace cuando los que fueron nuestros alumnos nos traen ahora a sus hijos!. Esperamos que esto os tranquilice y que a la vez nos motive a nosotras para dar cada día una educación de calidad.


          Queremos que la educación de los niños/as sea continuación de la que reciben en sus casas para ello debemos comunicarnos a diario. Al recibir por la mañana a vuestros hijos nos tenéis que comunicar todas aquellas cosas que estiméis que debemos saber (se ha hecho pis, tiene algunas rabietas, no me come bien, duerme poco, está un poco resfriado, le veo nervioso, etc.). Del diálogo y la comunicación haremos que vuestros hijos vean que entre nosotros hay acuerdo y por lo tanto se encuentren seguros y acogidos con cariño.

          Desde el primer día esperamos vuestra colaboración y entendimiento. Nosotras estamos siempre dispuestas a dar lo mejor para vuestros hijos/as, buscamos que ante todo salgan del Centro siendo buenas personas y educadas, respetando siempre su propia personalidad.


     …Y NADA MÁS, ENTRE TODOS HAREMOS QUE VUESTROS HIJOS/AS VAYAN AVANZANDO POCO A POCO HACIA EL FUTURO. ELLOS SERÁN LO QUE ENTRE TODOS SEAMOS CAPACES DE DARLES…. ¡ANIMO, TENEMOS UN GRAN RETO! BIENVENIDOS Y GRACIAS POR CONFIAR EN NOSOTRAS.