lunes, 16 de mayo de 2016

¡Adiós pañal! ¡Adiós!

          Controlar los esfínteres no es tarea fácil. Algo tan sencillo como hacer “pis” requiere en el niño cosas tan complejas como:

               -Distinguir cuando está la llena la vejiga.
               -Controlar el esfínter, que sea capaz de abrir y cerrar a voluntad.
               -Reconocer las señales incluso dormido y despertarse para orinar.

          Para el control del esfínter es necesaria una maduración y desarrollo de los músculos que intervienen en la evacuación y del sistema nervioso, que es necesaria y dar las órdenes oportunas a los músculos para que actúen.


          Generalmente la madurez se alcanza entre los dos y los dos años y medio para el control diurno, y de los dos y medio a  tres para el nocturno. El niño controla antes el intestino que la vejiga. El aprendizaje precoz es tan inútil como contraproducente, ya que produce tensiones y rechazo al inodoro. Debemos tener un poco de paciencia ya que cuando el niño esté maduro será como “coser y cantar”. Podemos saber que el niño está en edad de aprender y controlar si:

               -Orina de una vez cantidad y no pequeñas cantidades.
               -Parece darse cuenta de que tienen necesidad de evacuar por alguna mueca o gesto.
               -Permanece seco varias horas al día (2 ó 3).

          Algunos niños rechazan de mal grado el orinal; pero no debemos ceder ante ésto,  tenemos que motivarle con palabras de apoyo, haciendo “pis” con los mayores (un hermano, la madre o el padre) o con sus iguales y enseñándolo a ejercitar los músculos del abdomen. Lo que no deben hacer los padres o educadores son:

               -Los castigos.
               -Levantar al niño por la noche.
               -Volver a ponerle los pañales.

Espera un poco y ¡SUERTE!

A vuestra disposición el Equipo Educativo de la ESCUELA INFANTIL “Walt Disney”