Controlar los esfínteres no es tarea fácil. Algo tan
sencillo como hacer “pis” requiere en el niño cosas tan complejas como:
-Distinguir
cuando está la llena la vejiga.
-Controlar
el esfínter, que sea capaz de abrir y cerrar a voluntad.
-Reconocer
las señales incluso dormido y despertarse para orinar.
Para
el control del esfínter es necesaria una maduración y desarrollo de los músculos que intervienen en la evacuación y del sistema nervioso, que es
necesaria y dar las órdenes oportunas a los músculos para que actúen.
Generalmente
la madurez se alcanza entre los dos y los dos años y medio para el control
diurno, y de los dos y medio a tres para
el nocturno. El niño controla antes el intestino que la vejiga. El aprendizaje
precoz es tan inútil como contraproducente, ya que produce tensiones y rechazo
al inodoro. Debemos tener un poco de paciencia ya que cuando el niño esté
maduro será como “coser y cantar”. Podemos
saber que el niño está en edad de aprender y controlar si:
-Orina
de una vez cantidad y no pequeñas cantidades.
-Parece
darse cuenta de que tienen necesidad de evacuar por alguna mueca o gesto.
-Permanece
seco varias horas al día (2 ó 3).
Algunos
niños rechazan de mal grado el orinal; pero no debemos ceder ante ésto, tenemos que motivarle con palabras de apoyo,
haciendo “pis” con los mayores (un hermano, la madre o el padre) o con sus
iguales y enseñándolo a ejercitar los músculos del abdomen. Lo
que no deben hacer los padres o educadores son:
-Los
castigos.
-Levantar
al niño por la noche.
-Volver
a ponerle los pañales.
Espera un
poco y ¡SUERTE!
A vuestra
disposición el Equipo Educativo de la ESCUELA INFANTIL “Walt Disney”